La certificación de bajo impacto significa que el Instituto ha determinado que la instalación hidroeléctrica cumple o supera los criterios de certificación del Instituto, que abordan ocho áreas clave: regímenes de caudal ecológico, calidad del agua, paso de peces río arriba, paso y protección de peces río abajo, protección de la costa y de las cuencas hidrográficas, protección de especies amenazadas y en peligro de extinción, protección de recursos culturales e históricos y recursos recreativos. La certificación está diseñada para brindar a los consumidores la seguridad de que una instalación ha evitado o reducido sus impactos ambientales de conformidad con los criterios del Instituto de Energía Hidroeléctrica de Bajo Impacto. Una vez certificada, el propietario u operador puede comercializar la energía de la instalación a los consumidores como producida por una instalación certificada por LIHI. La certificación del Instituto también puede calificar la energía producida para otros programas de certificación de energía "verde".